Henry Ford y su producción masiva: un coche llamado Ford T
Henry Ford sentó muchas de las bases del futuro del automóvil cuando decidió aplicar las teorías de Taylor sobre la perfecta combinación de hombre y máquina a la nueva industria de las cuatro ruedas. El resultado se llamaría el Ford T, el primer automóvil de producción masiva.
Historia
«Voy a construir un carro para el pueblo, el auto universal», proclamó Henry Ford en 1906. No tenía un objetivo fliantrópico. Lo que buscaba era aumentar su clientela al máximo. Los primeros automóviles Ford datan de 1903, pero el Ford T, aparecido en 1908, fue el modelo que hizo entrar en la historia al pionero de Detroit. Destinado a una clientela rural, era un vehículo muy alto, lo que le permitía recorrer los caminos de granjas y atravesar zanjas -en Francia se le llamó la araña-. Las carreteras eran muy escasas en los inmensos campos de Norteamérica de principios de siglo, que todavía se recuperaba de las guerras contra los indios y los ataques a las diligencias. Henry Ford, que era un gran admirador de Thomas Edison -el Museo Ford incluso lleva su nombre-, se convirtió en un ferviente defensor de la racionalización del trabajo. Su ideal fue convertir al obrero en un robot. Adepto a las teorías de Taylor, instauró la producción en cadena y la multiplicación de las máquinas. Tanto los subcontratistas como sus propios colaboradores lo consideraron un tirano, cuya falta de los conocimientos técnicos necesarios desembocaba a veces en exigencias un tanto absurdas.
De la cadena de montaje a su salto a la fama
La Verdadera cadena de montaje se instaló en 1913. Inspirada en una fábrica de fusiles, se basaba a menudo en la improvisación. El T se construyó sobre estos principios y, además, Henry Ford se adelantó a sus rivales estableciendo muy pronto una gran red de concesionarios. Un precio asequible y una producción masiva durante un período de casi 20 años hicieron de este revolucionario modelo un símbolo de las grandes series. Incluso la incipiente industria del cine se adueñó de él, y el T se convirtió en vedette de persecuciones inenarrables en las películas cómicas del cine mudo. Lo hemos visto incluso partido por la mitad por una sierra que pasaba en medio de sus dos ocupantes: El Gordo y el Flaco.
Su desarrollo
Como se venía anteriormente mencionando, El Ford T fue diseñado por Henry Ford, inició su producción el 12 de agosto de 1908, salió de la fábrica el 27 de septiembre de 1908 y vio la luz pública el 1 de octubre de 1908, con su motor de cuatro cilindros y tan solo 20 Cv de potencia alcanzaba la velocidad máxima de 71 km/h, con un peso contenido para su época de 540 kilogramos; consumía un litro cada 5 km.1
Gracias a la revolución de los modelos anteriores, especialmente el N y sus derivados R y S, Ford se convirtió en el primer constructor americano desde antes de 1910. No es que fuera revolucionario, pero tenía características interesantes para la época. El motor tenía una culata desmontable; la biela era de acero de vanadio , más resistente. El alumbrado funcionaba con un volante magnético; la dirección estaba a la izquierda, una iniciativa que crearía escuela. La caja de cambios de engranajes planetarios sólo contaba con dos velocidades y se cambiaba con el pie, concretamente con el pedal del embrague; en mitad del recorrido estaba el «punto muerto», pisando a fondo era la primera y, soltando un poco, la segunda.
El motor, de tres litros, sólo rendía 18 caballos de potencia máxima, pero el par motor que proporcionaba era alto, lo que le otorgaba una buena elasticidad a la hora de moverse. Se previeron cinco versiones en su lanzamiento: descapotable con capota, y de dos a siete plazas, pero aún sin puertas. Al principio se propusieron tres colores; a partir de 1914, sólo uno, el negro. Los precios iban de US$800 a US$1000 dólares. La producción diaria de este modelo T pasó rápidamente a mil unidades y pronto se cuadruplicaría. El estallido de la Primera Guerra Mundial provocó que estas elevadas cifras bajaran notablemente,pero volvieron a remontar aún con más fuerza para batir un récord en 1923; más de 1'800.000 unidades, lo que suponía un tercio de la producción mundial en dicha época.
Su versatilidad era enorme. Con ruedas de grandes tacos, el Ford T podía desempeñar trabajos agrícolas y las ruedas metálicas le permitían circular por los raíles del ferrocarril. En total, se produjeron 15'000.000 millones de unidades.
Este modelo se utilizó en México como vehículo para policías.
El modelo T incluía novedades que otros vehículos de la competencia no ofrecían como era el volante situado en el lado izquierdo de gran utilidad para la entrada y salida de los ocupantes, también incorporaba grandes adelantos técnicos como el conjunto bloque del motor, cárter y cigüeñal en una sola unidad, utilizando para ello una aleación ligera y resistente de acero de vanadio.
Lo cómodo y su precio accesible
Este modelo se caracterizó por ser muy espartano, características propias de los vehículos de Henry Ford y su política de producción: la cadena de montaje, gracias a la cual pudo rebajar su precio inicial de US$850 hasta un precio irresistible de US$360 que convirtió a este modelo en el favorito de una sociedad trabajadora industrial.
Presencia Global
El modelo T fue el primer auto global de la industria. En el año 1921, casi el 57% de la producción mundial de automotores le correspondía al Ford T, que lo fabricaban en varios países y se vendía en los cinco continentes a través de sucursales autorizadas, en diferentes versiones y alternativas de uso.
Mientras que Ford logró estatus internacional en 1904 con la fundación de Ford de Canadá, fue en 1911 que la compañía comienza a ampliarse rápidamente en ultramar, con la apertura de las Plantas de ensamblaje en Inglaterra, Argentina (1912) y Francia, seguida por Dinamarca (1923), Alemania (1925), Austria (1925), y también en Sudáfrica (1924) y Australia (1925) como filiales de Ford de Canadá debido a las tarifas preferenciales de los países del «Commonwealth» a que pertenecían.
A finales de 1913 Ford Motor Co. decide instalar en Buenos Aires la primera sucursal latinoamericana y la segunda en el mundo después de la de Inglaterra. En 1917 y después de haber comercializado más de 3500 vehículos comienza la importación de autos desarmados para ser montados en Buenos Aires.
En 1925 se inaugura la primera planta Ford de Latinoamérica en Argentina, y se comienza la manufactura del Ford modelo T. En 1927 se produce el Ford "T" nº 100.000. A fines de ese año se presenta el Ford "A", sucesor del modelo "T" cuya producción finaliza en Estados Unidos después de producirse 15.007.033 unidades, cantidad superada por el Volkswagen Sedán el 17 de febrero de 1972.
Referencias en la cultura popular
En la novela de ciencia ficción de Aldous Huxley, Un mundo feliz, es tomada la primera fecha de fabricación (1908) para indicar el comienzo de la era "fordiana". Esto no es casual ya que la producción en cadena de los automóviles Ford T se asemeja a la forma de producir seres humanos que se muestra en Un mundo feliz.
Cine mudo
El Ford T se convirtió en estrella popular de las películas cómicas del cine mudo, haciendo de gala de persecuciones policíacas a manos de los cómicos como Laurel y Hardy e incluso en películas de Charles Chaplin.
.El Ford T fue muy popular en los campos por resistir los toscos caminos rurales.
Modelo T del 1910
Modelo T 1925