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Isotta Fraschini Tipo 8A Worblaufen Cabriolet de 1924. Besto of Show en Pebble Beach 2015
Publicado el 19/08/2015
Pebble Beach vuelve a tener lo mejor de lo mejor un año más, los mejores coches del mundo se dan cita en uno de los eventos más prestigiosos del planeta donde conseguir el 'Best of Show' es el mejor honor. Sinó que se le digan al propietario del ganador de este año, un Isotta Fraschini Tipo 8A Worblaufen Cabriolet de 1924.
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El fin de semana pasado se celebró el Concours d'Elegance de Pebble Beach, uno de los eventos de mayor prestigio de cuantos se celebran a lo largo y ancho del mundo. Es, posiblemente, la cita más exclusiva del año y reúne, en un rincón de California, Estados unidos, a los mejores coches del planeta.
De entre todos los eventos que se celebran a lo largo del año, es sin duda, una cita que todos los aficionados deberían visitar, pero claro, cruzar el charco no es barato y no todos podemos permitirnos un viajecito así. Por eso tenemos que conformarnos con ver las fotos que la organización de Pebble Beach publica y deleitarnos, aunque sea a través de la pantalla, con las joyas allí reunidas, como el ganador absoluto del concurso de elegancia, el 'Best of show', el mejor de todos, que este año ha recaído sobre un Isotta Fraschini Tipo 8A Worblaufen Cabriolet de 1924.
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Precioso y único, no hay duda, además de estar firmado por una marca de reconocido prestigio en su época, aunque este coche es un tanto especial. Propiedad de Jim Patterson, quien ya se llevó el 'Besto of Show' en 2010 con un Delahay D8S De Villars Roadster de 1933, el bastidor data de 1924, pero no así la carrocería, que está fechada en 1932. Por lo visto, la empresa suiza Carrosserie Worblaufen compró el Isotta Fraschini 8A en 1930 para que fuera la base para un cabriolet que exhibieron en el Salón de Ginebra de 1932. Tras ésto, le concedieron el premio de honor en Cannes de 1933 y luego pasó por tres propietarios antes de terminar en la manos de Patterson, que lo adquirió en 2014 en el Retromobile de París.
Cuando Patterson lo compró, automáticamente lo sometió a una restauración a fondo y el resultado lo podéis ver en las fotos. Pero no parece haberse quedado contento, porque dice que lo mismo se pasa por Villa d'Este, donde los coches italianos siempre suelen ser muy apreciados.
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