Todavía me acuerdo la primera vez que visité el Museo de la Automoción de Salamanca. Fuimos un montón de amigos y decidimos que nos pusieran un guía, que a pesar de alguna metedura de pata en cuanto a ciertos datos e historias, fue muy amable, educado e incluso nos pudimos reír mucha veces con sus ocurrencias. Pero lo que más me llamó la atención fue que muchos de los coches expuestos, habían sido encontrados en almacenes, graneros y viejas casas de pueblo. Cuando te cuentan esas cosas no es que la imaginación se dispare, es que alcanza velocidades tan estratosféricas que todo lo demás pasa a un segundo plano y en tu cabeza solo existe la imagen de ti mismo abriendo uno de esos graneros, encontrando al otro lado la gallina de los huevos de oro en forma de vehículos clásicos abandonados esperando a que alguien como tú, les encuentre. El sueño de muchos que solo unos pocos logran cumplir y además, varias veces en su vida. No paro de preguntarme como lo hacen...
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Una historia aproximada ocurrió en Reino Unido, en Surrey, donde Chris Routledge, socio de la prestigiosa casa de subastas COYS, encontró en un granero un Aston Martin DBS de 1972, un Gran Turismo que fabricó Aston Martin a partir de 1967 y que llegó, como no, a aparecer en una película de James Bond. El Aston Martin DBS tuvo dos generaciones antes de que llegara el que podemos ver hoy por las calles, uno con motor de seis cilindros y otro con un V8 lanzado a partir de 1972. El primero se denominó Aston Martin DBS, el segundo añadía el acrónimo de V8. A pesar de ser el mismo coche, son diferentes.
Comento eso porque según COYS, el número de chasis del coche encontrado en el granero, 'DBS/5829/R', corresponde al último Aston Martin DBS fabricado. Data de 1972 y equipa el motor de seis cilindros en linea. Lo que quiere decir que se trata de la última unidad del DBS 'a secas', el último con motor de seis cilindros en línea. Dicen que ha estado en ese granero desde al menos, el año 1980 y como todo coche abandonado está maltratado por el paso del tiempo, con las ventanillas rotas, cromados picados, oxido, tapicería ajada... necesita mucho trabajo pero al menos conserva el color original 'Dubonnet Rosso'.
El Aston Martin DBS venía a sustituir al Aston DB6, que a su vez, relevó al DB4. Es más, la plataforma del Aston DB4 fue evolucionando poco a poco (muy poco a poco) hasta llegar al DBS de 1967, al igual que el motor, que deriva del DB4. Es por ello, y por que 'solo' entregaba 282 CV, que el Aston Martin DBS V8 sea más buscado y apreciado. De todas formas no ha sido impedimento para que COYS lo haya subastado por 43.240 libras, más de 60.000 euros.
¿Que coche os gustaría encontrar en un granero?