Si hay algo que mueve masas dentro del mundo del motor, eso son las carreras. Es una actividad que ha estado siempre ligada al mundo del motor pues desde los primeros días, se han hecho competiciones y no es ninguna tontería. La Targa Florio tuvo su primera edición en 1906, año en el que también comenzó a disputarse el Grand Prix de Francia, mientras que la Mille Miglia comenzó en 1927. Grandes pruebas que se corrían en carretera abierta y que actualmente tienen eventos que las conmemoran todos los años, pero no se disputan.
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Las carreras como las conocemos hoy día, en pista cerrada y permanente comenzaron en 1907, con la apertura del primer circuito de velocidad, Brooklands. Su condición de 'primer circuito permanente del mundo' ya lo hace mítico, pero además, hay que contar con los récords que se rompieron y la infinidad de carreras que se disputaron, de donde salieron pilotos que son auténticas leyendas. No podemos olvidar también a las máquinas, lo que hace que muchos nos levantemos por la mañana e intentemos ganarnos los garbanzos.
Brooklands se construyó gracias a la fortuna de Hugh Fortescue Locke-kin, quien quiso poner a Reino Unido dentro del panorama de las carreras. Del diseño se encargó Sir Henry Capel Loft Holden, coronel de la Real Artilleria Británica y un miembro muy relevante del Real Automóvil Club Británico. El 17 de junio de 1907 abrió sus puertas y la primera vez que se uso no fue para realizar una carrera, sino para un intento de récord; ¿que mejor manera?
Selwin Francis Edge, empresario australiano dedicado a la venta de coches, únicamente interesado por los récords, se puso a los mandos de un Naiper, marca que el mismo comercializaba, y condujo durante 24 horas para lograr recorrer 2.544 km a una media de 106 km/h, un récord que duro más de una decada y que puso el broche a la apertura de Brooklands, el primer circuito permanente del mundo.
Como colofón a este pequeño texto, un vídeo de una carrera disputada en 1927. Es una grabación muda que dura 5 minutos y 35 segundos, pero merece la pena ese tiempo. Disfrutadlo.