El Porsche 911 podría ser una firma en si mismo, es mítico, inmortal y un icono de Porsche que nunca desaparecerá.
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Cuando Ferdinand Alexander Porsche, más conocido como 'Butzi' Porsche, diseño el primer 911 allá en la década de los 60, seguramente no pensó en la repercusión que su coche tendría en la afición y en la industria del automóvil en general. Hay muchos coches míticos en el mundo del motor, todos lucen diferentes logotipos en sus frontales, características muy variadas y siluetas que casi todo aficionado sería capaz de reconocer incluso a oscuras, pero ninguno ha logrado, y dudo mucho que lo logre, una transcendencia, un alcance, un efecto tan devastador como ha conseguido el Porsche 911.
Devastador no en el mal sentido, todo lo contrario, aunque si ha sido devastador para algunos modelos de la propia Porsche que fueron denostados y repudiados por los puristas. Los mismos que seguramente se tirarían de los pelos y se rasgarían las vestiduras con nuestro protagonista de hoy; desde mi punta de vista, el Porsche 911 de mis sueños...
¿No habéis imaginado alguna vez el comprar un modelo en concreto, el que más os guste, e ir dejándolo poco a poco como a vosotros os gustaría? No importa si es moderno o clásico, comprar un coche y 'hacerlo' según mis gustos. ¿Nunca? Yo personalmente si, siendo el Porsche 911 uno de los modelos de esos sueños, pues no hay nada como la silueta de los primeros Porsche 911, pero sus mecánicas son flojas y el ciclo no está a la altura de los coches y carreteras actuales. Así que, ¿porque no adaptar nuevas suspensiones, frenos e intentar meter en el exiguo vano un motor relativamente actual? Vamos, lo que en Estados Unidos llaman un 'restomod'; el problema como siempre es el dinero, el tiempo y que no hay muchos talleres en España capaces de hacer lo que estoy comentando.
Cuando hablamos de este tipo de restauraciones tenemos que mirar al otro lado del charco, entre las empresas yankees, donde está Singer Vehicle Design, una compañía fundada por Rob Dickinson, enamorado del Posche 911 desde que tenía cinco años. Una compañía cuyo único objetivo es actualizar, restaurar y adaptar a los gustos de sus clientes 'viejos' Porsche 911 fabricados entre 1960 y 1989, aunque generalmente son de la serie 964.
No es una historia nueva ésto que os estoy contando, el taller de Rob Dickinson es conocido desde hace tiempo como una fábrica de joyas automovilistas, pero nunca está de más alegrarse la vista y recordar cosas que realmente, merecen la pena. Singer crea obras de arte, sin duda.
El proceso es como cualquier otra restauración, es decir, se desmonta el coche por completo, se sanean las piezas deterioradas, se sustituye lo necesario y luego se comienza el montaje, momento el que la cosa toma otro camino. Por ejemplo, se emplea fibra de carbono para ciertas piezas con el fin de rebajar el peso, los frenos son totalmente nuevos y actuales, se puede incluir una dirección asistida electrohidráulica, equipo de sonido con navegador y todo tipo de conectividad, tapizados nuevos elaborados totalmente a mano y al gusto del cliente, etc. La lista es muy larga e incluye las fantásticas llantas Fuchs en medidas actuales.
Atrás, bajo el característico capó de todos los Posche 911, dos posibilidades: un seis cilindros boxer de 3.6 litros refrigerado por aire de 270 CV o bien un 3.8 litros de 360 CV. El primero es un motor Porsche relativamente moderno totalmente restaurado y retocado por Singer Vehicle Design y el segundo, también motor Porsche, es una obra de ingeniería retocada y modificada por Cosworth y que en ciertas zonas solo es legal usarlo en circuito.
No voy a seguir contándote más cosas, te voy a dejar que veas las fotos con tranquilidad y disfrutes porque las creaciones de Singer son auténticos Porsche 911 con su esencia original.
Javi Martín