Encontrar un Porsche 959 en una subasta no es nada del otro mundo, y eso que se hicieron muy poco. Pero encontrarte uno con matrícula española, de Madrid para ser más concretos, es cuanto menos, curioso y se hace incluso un poco raro ver un coche de ese calibre con una matrícula así.
¡Que calor! Menudo fin de semana que hemos pasado, al menos en la sierra de Madrid... horrible. Y tiene pinta de que todo va a seguir exactamente igual, incluso puede que suban las temperaturas un poco más. Para todos aquellos que estáis de vacaciones, seguro que no os importa tanto, pero para los que aún seguimos trabajando no sabemos ni donde meternos.
Al menos y aunque no sea realmente un consuelo, podemos distraernos y mantener la mente ocupada en otras cosas que no sean el calor sofocante que estamos teniendo y así pasar un poco mejor esos ratos de agobio. Cosas como la historia de un Porsche 959 matriculado en España y que tras una temporada con el mismo dueño se ha dejado ver en alguna subasta aumentando su valor con cada puja. Y antes de que sigas leyendo, mira las fotos y dime, ¿no te resulta raro ver un coche como éste, en una subasta y con matrícula española?
Cuando se lanzó al mercado, el Porsche 959 supuso un hito, un espectáculo rodante con lo máximo en tecnología y técnica y además, una velocidad punta de 315 km/h. Y ojo, que hablamos de 1986. La idea de este 'super 911', porque es un Porsche 911 (la propia marca también lo considera como tal) fue de Helmuth Bott, que uso como excusa la homologación para el Grupo B en el que nunca corrió, pero que sirvió para ganar el Dakar del 86. Fue la inversión fue tal que nunca se pudo amortizar, pero como laboratorio rodante fue un éxito y al Porsche 959 hay que agradecerle la aparición de los 911 Carrera 4 y de la tracción total en las versiones Turbo.
A España únicamente llegaron 12 unidades del mítico 959 y ésta, evidentemente, es una de ellas. Fue propiedad de un empresario español del que se desconoce la identidad y que en 2008 se lo vendió a Sr. Robert Slutz, residente en España pero que en 2011 se marcho a Estados Unidos llevándose el coche consigo. Aquí hay que hacer un punto de inflexión. Porsche, cuando lanzó el 959, no tuvo en cuenta el mercado yankee ni su normativa. Una normativa que a pesar de permitir la construcción de casi cualquier aparato es un poco 'puñetera' para otros temas como la seguridad, el consumo o la importación de coches extranjeros.
El Porsche 959, como no se diseñó teniendo en cuenta esas normativas, no las cumple y su importación podría haber sido un problema sin la ley 'Show & Play' que impulsaron Bill Gates y Paul Allen, aprobada el 13 de agosto del 99 y que permite la importación de vehículos de alto valor histórico o tecnológico. Y aún así le costó al señor Robert nada menos que 40.000 dolares para adaptar ciertos aspescos del coche a su nuevo lugar de circulación.
Al ser un coche extranjero y haber 'pasado' la ley Show & Display, el coche resulta un tirón importante para los coleccionistas, que se pegan, casi literalmente, por un clásico de estas características así que imaginaos lo que puede pasar con un Porsche 959, sobre todo teniendo en cuenta que se ha llegado a pagar por uno de color negro nada menos que 1,6 millones de dolares y que éste en concreto, matrícula española incluida, tuvo una valoración en su última subasta de 759.000 dolares.
Para más inri, el coche cuenta con un libro de mantenimiento impecable, con todas las revisiones sellos en servicio oficial y únicamente 21.100 km recorridos en su marcador. Lástima que como suele ocurrir, las mejores unidades terminen fuera de España... ¿Cuando aprenderemos?
Javi Martín
