La saga de Regreso al Futuro encumbró un proyecto que fue un fracaso comercial. Un proyecto que terminó incluso tres años antes de que se publicara la película. Evidentemente, hablamos del Delorean DMC-12, un coche que hoy 21 de octubre de 2015, tiene un protagonismo especial.
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Pues si, hoy 21 de octubre de 2015 es el momento en el que Marty McFly y Emmett Brown llegan al futuro en la segunda entrega de la saga 'Regreso al Futuro'. Un futuro donde los coches vuelan, las zapatillas tienen 'robocordones', la gente lleva implantes cibernéticos y cosas, que lógicamente, no se han cumplido. Toda la red está con ello, incluso la televisión ha hablado sobre el tema y sí, yo también he querido hacerme eco.
Tomamos la misma línea de los demás y puede parecer poco original, pero me resulta una manera perfecta para recordar uno de los coches más geniales, pero a la vez, peor proyectados de la historia del automóvil. Un fracaso que sin embargo, se hizo famoso gracias a la saga de Regreso al Futuro y los seguidores se cuentan por millares. Incluso se llegó a hablar de que en 2013 pondrían en el mercado un Delorean eléctrico, pero nada se volvió a saber. No importa, el Delorean ha quedado como un coche de culto, buscado por coleccionistas e incluso se han subastado algunas unidades por algo más de 40.000 dolares (la que aparece en las imagenes, por RM Sotheby's).
Y es que el Delorean, lejos de su fracaso comercial, era una gran idea aunque mal llevada a cado. El coche es muy bonito, deportivo y futurista cuando se puso a la venta. Los primeros bocetos se crearon en 1977, donde ya se proyectó un motor en posición trasera central aunque en un principio se tenía pensado en un Wankel de origen Citroën. Finalmente el coche empleó un V6 PRV de 2.8 litros y unos tristes 130 CV. El primer prototipo apareció en 1978, pero no se puso en fabricación hasta 1980, lanzando las primeras unidades en 1981. Retrasos provocados por la falta de presupuesto y por algunos problemas técnicos.
No obstante, el Delorean contaba con una carrocería de acero inoxidable, puertas de alas de gaviota y una calidad de materiales muy elevada. Pero fallos había, como por ejemplo que las bisagras de las puertas daban muchos problemas cuando bajaban las temperaturas. Aún y así, de este revolucionario y efímero modelo, se fabricaron un total de 9.200 unidades entre enero de 1981 y diciembre de 1982, cuando dejó de producirse. Curioso que la primera entrega de Regreso al Futuro se estrenó tres años después. Además, como dato curioso, para la película se fabricaron siete máquinas del tiempo, diseñadas por un equipo en el que destacaba Andrew Probert, quien también trabajó en el diseño de la USS Enterprise, la nave espacial protagonista de Star Trek.
De esos siete coches, uno de ellos se fabricó en fibra de vidrio para las escenas en las que volaba y los otros seis coches, fueron pedidos a la fábrica. Solo sobreviven actualmente tres de ellos, dos en poder de Universal Estudios y el tercero, el que salió en la ultima película, está en manos de un coleccionista privado.
El Delorean DMC-12 es un claro ejemplo de como no se deben hacer las cosas y de como el cine, puede encumbrar a la gloria un fracaso comercial. No voy a enrollarme más, os dejo directamente con la galería de imágenes tanto del coche salido en la película, como del modelo original.
Javi Martín