Skoda, tal y como la conocemos, data de 1925. No obstante, el Laurin & Klement Voiturette A se considera su primer coche a pesar de haberse fabricado en 1905. Un coche que cumple 110 años y al que recordamos en esta ocasión.
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Skoda es una firma a la que siempre se la considero como 'low cost'. Sus coches, pensados más para su mercado local que para triunfar en otros lugares; eran muy fiables, pero también muy básicos y sin complicaciones técnicas (la base de su fiabilidad). Cuando Volkswagen se puso a los mandos de la empresa la cosa cambió y ahora Skoda está muy bien considerada y sus coches, fabricados con elementos procedentes del banco de órganos del Grupo Volkswagen, dejaron de ser 'low cost' para ocupar un lugar entre las marcas generalistas como Renault o FIAT.
Además y al igual que éstas, la historia de Skoda comenzó hace mucho tiempo, hace más de 100 años, que se dice pronto. Concretamente, comenzó en 1885 cuando Václav Laurin y Václav Klement fundaron la 'Laurin & Klement' para la fabricación de bicicletas. Si, si, fabricación de bicicletas y no es el único que comenzó sus pasos con este tipo de vehículos, hay otros que comenzaron de manera parecida o, como poco, se dejaron ver por el siguiente paso dado por la Laurin & Klement, que fue la fabricación de motos. Firmas como Peugeot o BMW construyeron motos antes de centrarse en los coches por si alguien no lo sabía. Pero no fue hasta 1905 cuando fabricaron su primer modelo, el Laurin & Klement Voiturette A, el primer coche salido de la planta de Blada Boleslav y además, también supuso el primer paso en la fabricación de coches en la actual República Checa.
Aquel Laurin & Klement Voiturette A, como se puede comprobar, no lucía por ningún lado la denominación de Skoda, que llegó por 1925 cuando fue la propia Skoda compro Laurin & Klement, denominación que quedo para las versión más equipadas y lujosas de los modelos que venden actualmente. El Voiturette A se presentó en 1905 en diversos medios de comunicación como el periódico 'Allegemeinen Automobl-Zeitung', con un motor bicilíndrico refrigerado por agua, válvulas laterales, 1.005 centímetros cúbicos y 7 CV con arranque por manivela, que junto a una caja de cambios de tres relaciones y un embrague que usaba cuero como material de fricción, le permitían alcanzar los 40 km/h.
Un coche que cumple 110 años y al que rendimos un pequeño homenaje con este texto.
Javi Martín