El 8 de marzo de 1950 se inició en la factoría de Wolfsburg la producción en serie de uno de los modelos más míticos de Volkswagen: el Transporter.
Cuatro generaciones que crearon conceptos revolucionarios en la historia del automóvil, más de 8 millones y medio de unidades vendidas en todo el mundo, y medio siglo de historia. Fue el 8 de marzo de 1950 cuando se iniciaba la producción en serie del T1 en la factoría de Wolfsburg, un vehículo que desde su nacimiento parecía predestinado a ser el modelo mítico en el que efectivamente, tal y como lo demuestra su trayectoria, ha llegado a convertirse. Ahora, en su 50 aniversario, la cuarta generación de este modelo continúa siendo referencia en nuestro mercado.
Como muchos de los grandes inventos, el Transporter nació gracias al empeño de un hombre
que revolucionó la concepción que hasta ese momento se tenía de lo que podía ser un vehículo de transporte ligero. El T1 se concibió como un vehículo robusto, sencillo económico y sobre todo, tan versátil y práctico en su filosofía que fue capaz de combinar el transporte de pasajeros con el de carga. Su historia es, en cierta manera, la historia de los vehículos comerciales de Volkswagen, división que consiguió su autonomía dentro del Grupo Volkswagen en 1994 pero que desde el principio fue capaz de crear modelos con carácter propio.
Todo empezó en abril de 1947 cuando Ben Pon, el importador holandés que se acababa de incorporar a Volkswagen, tropezó con un extraño vehículo paseando por la fábrica de Wolfsburg. Se trataba de un vehículo transformado por los trabajadores de la planta alemana para facilitar el transporte de planchas pesadas entre las distintas naves.
Este encuentro casual es el inicio de la historia del Transporter. El 23 de abril de ese mismo año, Ben Pon dibujó en un pequeño bloc de notas un tipo de automóvil de 750 kg. de peso en vacío que hasta ese momento no había existido: tracción y motor traseros y una carrocería en forma de caja que podría cargar hasta 750 kg. Fue el primer diseño de lo que tres años más tarde sería el T1, la furgoneta de Volkswagen que se convirtió, durante las décadas de los sesenta y setenta, en un símbolo para muchos, en el vehículo soñado, en uno de los estandartes que representaban los nuevos aires de libertad y paz que soplaban en Europa y América.
En 1954 ya se había fabricado en la planta de Wolfsburg el Transporter número 100.000. El éxito de este modelo que ya disponía de 30 versiones distintas en el mercado, llevó a la dirección de Volkswagen a tomar medidas para incrementar la producción que en esos momentos era de 80 unidades diarias. La solución propuesta pasaba por la construcción de una nueva fábrica en Hannover que pudiera absorber la gran demanda de este vehículo.
Este primer Transporter, que revolucionó el mundo del automóvil, se fabricó con pocas variaciones en su diseño. En el año 1963 la puerta lateral de doble hoja que se montó durante 13 años, se sustituyó por una puerta corredera y, hasta el año 1967, no se lanza una segunda versión del T1.
El T2 apareció en el mercado en 1967. Se diferenciaba de su predecesor principalmente por sustituir el vidrio partido delantero por un parabrisas de una sola pieza. Pero además, se aumentó el tamaño de las ventanas laterales, consiguiendo más luminosidad interior y mayor visibilidad para el conductor. El T2 también aumentó de peso y creció de tamaño aumentando 20 cm de largo, además de redistribuir el espacio interior.
En cualquier caso, el cambio más importante no fue estético. El T2, que se comercializó con motores nuevos como un 1.6 de 47 CV de potencia, monta a partir de ese año un eje trasero oblicuo de doble articulación que mejoraba considerablemente la calidad de conducción. Se mejora también la suspensión del eje delantero y se instalan frenos de doble circuito que aumentan la seguridad de este modelo. Además la incorporación de unos nuevos asientos y sistemas de ventilación más modernos, aumentaron los estándares de confort que se ofrecían hasta entonces.
Tras 12 años en el mercado y con más de 4.500.000 unidades producidas, se lanza al mercado un nuevo Transporter en la primavera de 1979. El T3 monta en el eje delantero unos nuevos brazos oscilantes transversales, amortiguadores telescópicos y barra estabilizadora. La evolución pasaba en estos años, por una especial preocupación por la seguridad. Gracias a las exhaustivas pruebas de choque que se realizaron mientras se trabajaba en el diseño de esta tercera generación, se consiguieron desarrollar estructuras de seguridad pasiva que marcaban nuevas pautas en este campo, como los protectores a la altura de la rodilla y en las puertas, como protección en caso de colisión frontal o lateral.
Volkswagen introduce nuevas motorizaciones en este nuevo Transporter. Primero un motor de 1.970 cc y 70 CV que permite alcanzar los 127 km/h, y en 1981 un motor diesel de cuatro cilindros y 50 CV de potencia. A partir de este momento, las innovaciones en el apartado de motores se suceden rápidamente. En 1982 la gama Transporter puede montar opcionalmente un cambio de 5 velocidades y en 1985 se inicia la comercialización del Transporter Syncro, el primer Transporter con tracción a las cuatro ruedas. Poco después, aparece en el mercado el motor más potente de la gama T3 con 112 CV de potencia y los primeros turbodiesel.
De esta tercera generación de Transporter se fabricaron 1.227.669 unidades en las que se fueron incorporando también innovaciones en los niveles de equipamiento como los elevalunas eléctricos y el cierre centralizado.
En 1990 aparece el T4, el nuevo Transporter que revoluciona de nuevo con su concepto, cambiando una vez más, al igual que sus anteriores generaciones hicieron en su momento, la concepción que hasta estos momentos se tenía de los vehículos de transporte ligero: el motor se instala en la parte delantera fuera de la zona del habitáculo. Gracias al motor y la tracción delanteras y a la suspensión independiente a las cuatro ruedas, el nuevo T4 vuelve a dar un salto cualitativo enorme respecto a sus predecesores, ofreciendo, además de una versatilidad hasta entonces desconocida, un confort de marcha excelente. En el año 1997, se habían producido ya un millón de T4.
La actual gama T4, disponible con una infinidad de versiones, se comercializa con cuatro motores diesel -entre los que se incluye el potente, elástico y económico TDI de 102 CV- que, combinado con una aerodinámica optimizada, ofrecen destacadas prestaciones. A modo de ejemplo, el Furgón de batalla corta equipado con el motor TDI de 102 CV alcanza una velocidad máxima de 157 km/h con un consumo medio de sólo 6,5 litros cada 100 km.
Una de las características más destacables del T4 es su gran estabilidad y su comportamiento de marcha suave y confortable. El Transporter fue el primer vehículo de su clase en incorporar suspensión independiente en las cuatro ruedas y frenos de disco delanteros y traseros, capaz de ofrecer unas excelentes prestaciones gracias también al eficaz diseño aerodinámico de la carrocería.
El Transporter sigue siendo hoy en día un modelo de reconocido prestigio y uno de los vehículos comerciales por excelencia. Además, esta gama, que ha vivido desde su nacimiento y hasta ahora una constante evolución y actualización en todos los aspectos, responde a las más altas exigencias de calidad y fiabilidad que Volkswagen ofrece siempre en todos sus vehículos.