R5 (1972–1984)
El R5 fue creado en 1972 dentro de una corriente de moda de vehículos pequeños y sencillos que había creado el Mini. Su diseñador, Michel Boué, lo realizó con una inusitada rapidez. Partiendo de una fotografía del Renault 4 trazó las líneas maestras del R5 en dos días. En síntesis, consistía en el concepto del R4, al que se pasaba al cofre motor la rueda de repuesto originalmente colgada detrás, con la consiguiente reducción de longitud. En el compartimento del motor se acercó el grupo motor al habitáculo de pasajeros para ganar espacio. Se utilizó la técnica del monocasco con una carrocería de tres puertas solamente. La palanca en los primeros modelos conservaba el sistema del R4 al salpicadero. Posteriormente se trasladó al suelo, ingeniando un sistema de palanca por debajo del motor para acceder a la caja de cambios situada delante. Las versiones españolas montaron este sistema desde el principio. Los paragolpes eran de plástico, mejorando a los metálicos en el hecho de poder absorber los pequeños golpes sin deformaciones persistentes, siendo uno de los pioneros de una solución que terminó adoptando la práctica totalidad de los modelos existentes en el mercado.
Montaba motores del tipo Cléon (conocido como tipo Sierra en España) de entre 782 y 1397 c.c., con una mecánica simple compartida con otros modelos de la marca. La suspensión era por barras de torsión.
El primer modelo fabricado en España, en la factoría de Valladolid, fue el 950, basado en el TL francés, con motor de 956 c.c. A partir de 1974, la gama se desdobló en 950 y TL, únicamente en base al equipamiento. Tras desaparecer el 950 poco después, en 1975 se unió a la gama el GTL, con motor de 1037 c.c., sustituido más adelante por otro de 1108 c.c. También en 1975 se lanzó la versión deportiva TS (Tourisme Sport), con motor de 1289 cc, 64cv y carburador Weber-Bressel de doble cuerpo, siendo entonces considerado como un pequeño deportivo de lujo, por sus extras y la calidad de sus acabados que con el tiempo lo ha elevado al estatus de vehículo mítico. Con esta versión, conocidos pilotos españoles como Carlos Sáinz o Jesús Puras se iniciaron en el mundo de los rallys.
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En 1979 se lanzó la carrocería de cinco puertas, cuyas puertas tomaban como base las del Renault 7, disponible en España en las versiones TL y GTL. Ese mismo año toda la gama sufrió una reestilización interior.
En el mismo año 1982 la versión TX sustituyó a la TS, con 1397 c.c., 63 CV DIN y cambio de 5 velocidades, con un árbol de levas mucho menos cruzado, y por tanto con un comportamiento menos deportivo. A parte los faros halogenos de largo alcance de la calandra del TS pasaron a ser de niebla en el TX, montando también de serie encendido electrónico.
En 1984 apareció, como modelo inicial de la gama española por debajo de los TL y GTL, el Supercar, ofrecido también en versiones de 3 y 5 puertas. Equipaba el mismo motor de 1108 c.c. y 45cv DIN a 5.000 r.p.m. del Renault 5 TL. Montaba de serie las mismas llantas de los iniciales R-5 TS, al igual que los asientos tipo "pétalo" del TX, pero con el cuadro simple del TL, sin cuentarevoluciones.
La producción cesó simultáneamente en Francia y España, para dar paso al Supercinco.
En México, conocido popularmente como "Renol Zapatito"(sic), se comenzó a construir el modelo en el año 1975 en la planta de Renault de México filial de la empresa paraestatal Dina en Ciudad Sahagún al norte de la capital mexicana. Después del éxito obtenido en Europa, fue lanzado en la versión TL y posteriormente TS con y sin molduras laterales, facturados bajo las distribuidoras del conglomerado Dina-Vehículos Automotores Mexicanos-Jeep. Hacia 1982 se desincorpora de Dina por la venta de paraestatales y tiene su propia línea de distribuidores la llamada "La nueva Renault de México" y se comienzan a construir las versiones Mirage L y LS con el nuevo tablero incorporado por el GTL francés en 1979, para cesar su construcción con la versión Mirage TX con llantas de magnesio en 1984 junto al Renault Routier. Su única competencia en el mercado mexicano fue el Volkswagen Caribe del que se fabricó un número considerablemente mayor, debido al coste inferior de mantenimiento y recambios, y porque contó con una agresiva publicidad en televisión
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