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Nuestro protagonista fue concebido como sustituto del 850, construido por la firma española, bajo licencia Fiat.
Este modelo perfeccionó el concepto del Mini, adaptándolo al espíritu del Seat 600.
Se fabricó durante diez años, con más de 1.350.000 unidades vendidas, todo un éxito.
Como característica fundamental, combinaba la energía de su propulsor y mecánica, su ágil bastidor y, todo aderezado con un buen aprovechamiento del habitáculo junto a los acabados de lujo, mucho más refinados que los típicos de la época. Hay que tener muy claro que estamos al principio de los años 70.
El Seat 127 se empezó a entregar a sus propietarios en junio de 1972. Una única versión con un precio de 131.356 pesetas. Hasta la llegada del Renault 5, gozó de unas ventas casi de monopolio, inundando las carreteras españolas con esta carrocería.
Como consecuencia, el mismo año de su nacimiento fue galardonado Coche del Año 1972.